Las empresas tienen que incorporar la gestión de los alérgenos en sus planes de análisis de peligros y puestos de control críticos (APPCC) teniendo en cuenta lo siguiente:
– Gestión de materias primas y verificación de posibles ingredientes ocultos.
– Gestión de formulaciones.
– Verificación de ingredientes.
– Reformulación para eliminar ingredientes alergénicos.
– Verificación de equipos de instalaciones y procesos.
– Validación y control de operaciones de limpieza.
– Formación específica del personal manipulador.
– Control del etiquetado.
El etiquetado precautorio con respecto a la posible contaminación cruzada solo es justificable sobre la base de una evaluación y una gestión del riesgo responsable. Los mensajes de advertencia o precautorios solo se tienen que utilizar cuando exista un riesgo demostrable de contaminación cruzada y no se tienen que utilizar nunca en sustitución de las buenas prácticas de fabricación. La Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó en el año 2024 una nota informativa sobre las dosis de referencia para alérgenos alimentarios, donde hace recomendaciones para el etiquetado precautorio de acuerdo con unos límites de detección de cada alérgeno.