Las biotoxinas marinas son compuestos tóxicos producidos por algunas especies de microalgas, principalmente del grupo de las diatomeas y dinoflagelados que se acumulan en los moluscos bivalvos. Los dinoflagelados son responsables de la producción de la mayoría de estas toxinas, aunque sólo unas pocas docenas de especies de los varios miles de dinoflagelados identificados hasta ahora se sabe que producen estos metabolitos tóxicos (ref.1, 2, 5). Los episodios tóxicos se producen como resultado del incremento significativo de la concentración de una población de alguna de las especies tóxicas en aguas marinas, de tal manera que se origina una acumulación de biotoxinas en los organismos marinos (ref.2).
Las biotoxinas marinas suponen un riesgo alimentario debido a que se acumulan en productos de la pesca, y han dado lugar a diferentes cuadros y grados de intoxicación (desde síntomas leves hasta la muerte) dependiendo de la naturaleza de la toxina consumida, la concentración en el alimento, la cantidad de alimento consumida y las características del consumidor. En función de la sintomatología que provocan las biotoxinas marinas se clasifican en: – Toxinas amnésicas, que producen síntomas neurológicos por consumo de marisco (ASP) y es causado por la neurotoxina ácido domoico (DA) que es soluble en el agua y no proteica. – Toxinas diarreicas, que causan diarrea por consumo de marisco (DSP): causada por un grupo de toxinas tipo poliéter solubles en lípidos que incluye el ácido ocadaico (AO) y las dinofisistoxinas (colectivamente conocidas como PSM). – Toxinas paralizantes, que provocan parálisis por consumo de marisco (PSP): causado por alcaloides solubles en agua que se acumulan especialmente en moluscos bivalvos. – Toxinas neurotóxicas, que causan neurotoxicidad por consumo de marisco (NSP): en este grupo se incluyen toxinas tipo poliéter solubles en lípidos llamadas brevetoxinas. – Azaspirácidos, que causan una intoxicación característica por consumo de marisco (AZP): causado por la toxina azaspirácido soluble en lípidos y otros derivados (Azas). – Ciguatoxina, que causa el síndrome conocido como ciguatera por consumo de pescado (CFP) (ref.3, 4, 5).
Toda la población es susceptible dependiendo de la tolerancia individual.
Los moluscos más frecuentemente implicados son las almejas, los mejillones y ocasionalmente las vieiras y las ostras. En este grupo de moluscos se han descrito las intoxicaciones paralizante (PSP), diarreica (DSP), neurotóxica (NSP) y amnésica (ASP) (ref.2, 3).
Se considera que presentan una amplia distribución geográfica, describiéndose casos en Japón, Europa, Sudamérica y Nueva Zelanda. Las intoxicaciones por biotoxinas marinas en mariscos representan el 7,4% de las intoxicaciones de origen marino en Estados Unidos (ref.1, 4).
Los moluscos bivalvos, los equinodermos, los tunicados y gasterópodos marinos, con origen en la pesca, marisqueo o la acuicultura, son susceptibles de acumular biotoxinas. Las intoxicaciones por biotoxinas marinas no están exclusivamente relacionadas con el marisco, ya que los peces también pueden estar contaminados habiendo fitoplancton tóxico como en el caso del ácido domoico (DA) (ref.2, 3, 4).
La principal medida preventiva para controlar la diseminación de las biotoxinas marinas es el la inspección y muestreo basado en planes correctamente diseñados de las zonas de pesca y de los bancos de moluscos bivalvos o poblaciones de gasterópodos, y el posterior análisis de las toxinas a través de métodos eficaces (ref.2, 4).
1. Tubaro, A. & Hungerford, J. 2007. Toxicology of marine toxins. Veterinary Toxicology, 2007, Chapter 60 – Pag. 725-752. 2. Maite Pelayo. 2008. Biotoxinas marinas http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/ciencia-y-tecnologia/2008/02/14/174553.php 3. FAO. 2005. Biotoxinas Marinas. Estudio FAO: Alimentación Y Nutrición. 280 pg. http://www.fao.org/docrep/008/y5486s/y5486s00.htm 4. Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA). 2011. ACSA Brief. Nuevas tecnologías. “Biotoxinas marinas: nuevos métodos de detección”. http://www.gencat.cat/salut/acsa/html/es/dir3226/acsabrief04-2011_biotoxinas_marinas.pdf 5. U.S. Food and Drug Administration (FDA). 2012. Bad Bug Book. Foodborne Pathogenic Microorganisms and Natural Toxins Handbook. 2nd Edition.